09 Sep

El embarazo es un momento de felicidad plena que podría describirse como un estado de éxtasis total. Ese momento más que emocionante es recordado por la madre y toda la familia durante años y años. El paso hacia adelante en la conformación de una familia es una inyección de alegría que suele señalarse como algo indescriptible.


Sin embargo, estas sensaciones no se manifiestan en la totalidad de las embarazadas. En el otro extremo es posible identificar a mujeres con sentimientos encontrados y muchas veces negativos por la espera de una guagua. En esa situación es crucial poder prestar atención y ocuparse de la salud mental.


Si bien hay mujeres que pueden asimilar, hacer frente y reaccionar de manera casi espontánea a los cambios que conllevan un embarazo, es cierto que muchas otras padecen consecuencias vinculadas a la psiquis y el estado de ánimo general. Este cuadro no hace referencia al rechazo de un embarazo, más bien a las dificultades que necesariamente se deben sortear en el desafío de formar una familia.


La falta de exteriorización de un malestar profundo muchas veces se entiende desde la construcción de la figura de una “madre débil que no está a la altura de la circunstancias”. Esa demonización de la expresión libre de problemas que pueden llegar a surgir provoca problemas mucho peores.


Entonces el primer sentimiento a eliminar en este tipo de casos es la culpa. En la mayoría de los casos hay una falta de comprensión hacia aquellas mujeres que no se muestran alegres por quedar embarazadas. La mirada ajena del asunto no debería generar ningún tipo de problema ni tener incidencia alguna.


Lo que sí es necesario considerar es el hecho de que la futura mamá tenga presente que un estado de ánimo no muy alentador puede afectar directamente a la gestación del bebé. Esto se puede manifestar con síntomas físicos y la exacerbación de aquellos malestares que ya existían previo al embarazo.


En este estado general en el que la mujer sufre de estrés, ansiedad y nerviosismo comienzan a ganar terreno las dudas respecto de lo que el embarazo viene a cambiar para siempre. Se habla de los cambios del rol de la mujer que ahora se transforma en madre, los cambios que pueden generar en la relación con su pareja y las dudas en torno a la cualidades que tendrá que obtener y demostrar para cuidar a su guagua.


A esto hay que sumarle los miedos en torno a posibles problemas durante el embarazo, el temor puntual al parto y la sensación de que puede quedarse sin apoyo para llevar adelante la proeza de mantener a salvo su hijo.


Habitualmente los problemas vinculados a la salud mental de la embarazada se relacionan con un cuadro de depresión y ansiedad. En estos diagnóstico se encontrará a una gran cantidad de personas y casi que se podría englobar a toda la población que se pretende analizar, pero no hay que dejar de tener en cuenta a aquellas mujeres que ya sufrían enfermedades que terminan arrastrando todo durante un momento crucial como lo es la llegada de un hijo.


Los profesionales aclaran que los problemas de salud mental que la mujer haya tenido en el pasado pueden aumentar de gran manera el riesgo de malestar de la mujer. Para evitar, prevenir y tratar cuadro adversos es necesario tener en cuenta la importancia de ocuparse de la salud mental de la embarazada.


 
¿Cuáles son las causas más comunes que generan un deterioro de la salud mental?


Antes de especificar al detalle cuáles son las causas más comunes de trastornos mentales que aparecen durante el embarazo, es necesario aclarar que son similares a los síntomas que pueden presentarse en otros momentos de la vida, aunque con el agregado de la gestación como víctima de pensamientos negativos sobre el guagua y el proceso de embarazo en general.


Las mujeres deben tener presente que están ante un período en el que se experimentan cambios radicales en todos los niveles y por eso debería estar preparada no solo para recibir de la mejor manera la transformación física y hormonal, sino también la mental. En el caso de no comprender y restarle importancia a estos aspectos, el resultado puede ser un estallido de emociones que afecta directamente el proceso de gestación.


Incluso es necesario considerar estar más alerta después del parto. Generalmente se cree que los problemas desaparecen tras el nacimiento del bebé, pero la alerta máxima hay que sostenerla hasta años después del puerperio.


Teniendo en cuenta que el avance del deterioro de la salud mental genera la imposibilidad de crear un vínculo sano con el bebé desde su concepción, es más que importante que las mujeres conozcan cuáles son las causas más comunes de este cuadro.

Ansiedad
Un cuadro de ansiedad se puede presentar por diversos motivos como pueden ser la incertidumbre por un cambio trascendental en la vida, los miedos a complicaciones de salud de la guagua, la falta de experiencia para lidiar con un mundo lleno de preguntas sin resolver y el deseo de cumplir con las expectativas propias que se autoimpone una mujer en rol de madre.


Hechos estresantes
Las situaciones de vida que ocurren durante el embarazo o en el inicio del puerperio son un factor trascendental a la hora de hablar, causales de un debilitamiento en la salud mental de la mamá. Duelos, separaciones o el curso de enfermedades terminales de un ser querido encabezan el listado de hechos que provocan estrés. Esto origina altos niveles de tensión que perjudican clínicamente el estado general de la mujer.


Falta de apoyo de familiares y seres queridos
Uno de los motivos que generalmente provoca un quiebre en la psiquis de las embarazadas es el hecho de sentirse solas ante la falta de apoyo de familiares y seres queridos. La ausencia de una red de contención que facilite el transcurso de los nueve largos meses genera mayores dificultades para asimilar el proceso de traer una nueva vida al mundo.

Antecedentes personales
En muchas ocasiones los problemas de salud mental no se originan durante el embarazo, sólo reaparecen y se agravan. Las mujeres que poseen una depresión de base, trastorno de personalidad o un historial de mayores complejidades vinculadas a la mente pueden experimentar y padecer problemas mucho mayor de los que ya llevaban consigo. La suspensión de la toma de una medicación suele generar un cuadro de alto riesgo de recaída que se puede hacer más que notorio durante el período de embarazo.


Recuerdos
Los recuerdos son otro motor de los problemas de salud mental. Situaciones traumáticas o perturbadoras de la infancia, adolescencia o adultez pueden jugar un papel trascendental en este momento en el que las emociones florecen y la transformación es el estado común de las cosas.


¿Cuándo y por qué es importante consultar con un especialista?

Los problemas de salud mental de una embarazada pueden tener diferentes grados de profundidad. Contar con información ayuda a prevenir y saber comprender lo que vive la mujer. Incluso ayuda a asimilar esa sensación de malestar de una manera más efectiva.

Sin embargo, hay mujeres que necesitan ayuda profesional para poder sortear estos problemas. Hay que acudir a un especialista si se advierten los siguientes síntomas de manera frecuente:


-Exceso de ansiedad-Falta de interés en general-Desgano-Reiteradas alteraciones con el sueño-Reiteradas alteraciones con el apetito-Desconcentración por largos períodos-Disminuir el rendimiento laboral más allá de lo normal-Irritabilidad extrema-Constantes cambios de ánimo


Es importante poder prevenir y tratar de manera seria estas patologías debido a que cobran una gran relevancia sobre el estado general de salud de la embarazada. El estrés que proporcionan las enfermedades mentales en las embarazadas afecta de manera directa al feto o a la guagua en aquellas mujeres que padecen de problemas post parto.


Básicamente ese estrés puede traducirse en alteraciones del desarrollo cognitivo, emocional y también físico. Si no se logra revertir a tiempo, este cuadro puede persistir por años y perjudicar a la madre para la crianza de su hijo.


Los especialistas de la materia entienden que las mujeres y todo su entorno, debe tener presente que gozar de buena salud mental es primordial para evitar complicaciones durante el embarazo. Por eso mismo se recomienda un tratamiento oportuno e integral que se enfoque en acciones concretas que hacen al bienestar general.


La clave para poder acceder a una ayuda necesaria  y un tratamiento adecuado parte de la base de que las mamás tienen que encontrar un lugar y un interlocutor con el que les resulte cómodo explayarse. Reconocer esos sentimientos es el primer paso para comenzar a revertir la situación.


Para finalizar, hay que hacer referencia a la posibilidad de tomar medicamentos como escudo protector al deterioro de la salud mental. En estos casos hay que consultar obligatoriamente con el médico de cabecera para recibir las autorizaciones pertinentes.

Ante cualquier duda, consulte a su médico.

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